Carta de Dídac Sánchez

21 de Abril de 2020

Recuerdo las palabras de un amigo que me decía siempre parafraseando a un césar Romano: “Respice post te! Hominem te esse memento”!, («¡Mira tras de ti! Recuerda que sólo eres un hombre”). Y sí, es cierto, hace tiempo me di cuenta que solo soy un hombre, de carne y hueso como el resto de las personas.

Cuando constituí la Fundación Dídac Sánchez, a finales de 2015, mi vida y mis negocios crecían a más velocidad que mi propia capacidad de gestión y asimilación. No nos damos cuenta de lo débiles que somos, hasta que analizamos los éxitos que hemos buscado y alcanzado, por supuesto trabajando con disciplina, constancia y esfuerzo. Y es justamente desde ahí arriba, por poquito que subas, desde donde los problemas de abajo se pueden observar mejor.

Por desgracia siempre existe la iniciativa de algunas personas que intentan destruir el éxito de otros.

Viene siendo en los últimos años, una especie de deporte que fascina a estos incrédulos que en vez de volcarse en empujar hacia arriba a esas personas o proyectos que despuntan, únicamente buscan empujarlos hacia abajo.

Algunos pueden pensar que esta Fundación busca obtener algún tipo de protagonismo. puedo responder con totalidad sinceridad y sin ningún rubor, que este razonamiento es totalmente cierto, ya que la Fundación Dídac Sánchez, busca obtener el mayor protagonismo posible, pero no para mí como persona, ni tampoco como empresario, ni emprendedor, ni tampoco como si fuera una especie de Gurú, sino centrando el foco en las acciones sociales desarrolladas por la Fundación que tengo el placer de liderar.

Está Fundación no es una obra propia, sino el fruto del esfuerzo de todas las personas que forman parte de ella. Nada de esto sería posible sin la colaboración conjunta de todos los colaboradores que forman parte de esta iniciativa sin ningún tipo de ánimo de lucro.

Para los que puedan preguntarse qué es los que hacemos en la Fundación, debo decir que todos los programas y actividades que se llevan a cabo, están muy relacionadas con mi experiencia vivencial en el pasado, con mi niñez, y resultas a veces complicado dar a entender a otros nuestros objetivos, si ellos no han pasado o vivido experiencias similares.

Yo hubiera querido que en mi infancia alguien nos hubiese ayudado a mi familia y a mí, y si queremos que algo cambie en el mundo, por poco que sea, hemos de dar un paso adelante y no quedarnos mirando los toros desde la barrera.

En nuestra Fundación sin ideologías políticas, ni espurios objetivos fiscales o económicos, las donaciones y ayudas son destinadas al 100 % a los más vulnerables y afectados.

Es posible que está sea la única y primera Fundación creada por un joven a sus 22 años de edad. Hoy está Fundación busca mejorar y cambiar la vida de los más fuertes, ya que el simple hecho de que estas personas no estén atravesando por las mejores circunstancias, no nos otorga el derecho a etiquetarlas como débiles. Son y serán siempre el futuro de nuestro planeta.

Dídac Sánchez

Dídac Sánchez
Presidente